Metafísica de la rebelión

Evola llama a lo fácil “la metafísica del deslizamiento”. Desde Mayo del 68 llega la revolución como farsa. Transformaron la crisis de la adolescencia en un ritual de transición, un modo de vida hedonista. Pasolini decía que los únicos obreros en aquel París de entonces eran los policías. De Lenin a Lennon y de Marx a Groucho. Nueva ideología, nuevos mitos. Cada ideología sentará sus propias utopías porque sin la idea, la experiencia no puede producirse, aunque también las obras son inseparables de los proyectos. Para superar la decadencia es necesaria una cultura revolucionaria encabezada por nuevas élites. El enemigo es la técnica del poder propia del liberalismo, que adquiere una forma sutil, flexible, inteligente y escapa a toda visibilidad. El sometido no es consciente de su sometimiento, el entramado de dominación queda oculto.

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