Es poco conocida la historia de las sufragistas británicas que defendieron los derechos de la mujer y militaron en organizaciones fascistas. Una de ellas fue Rotha Lintorn Orman.
Nace Rotha en 1885, en Kensington, Londres. Su padre era el mayor Charles Edward Orman, del Regimiento de Essex, y su madre, Blanch Lintorn, hija a su vez del mariscal de campo Sir Lintorn Simmons. Su familia unió los apellidos en 1912: Lintorn-Orman.
Rotha ingreso en los boy scouts, a pesar de que entonces el coronel Baden-Powell no tenía en mente la presencia de mujeres en el movimiento escultista. Ayudada por su madre se afilió a la organización usando sólo la inicial de su nombre de pila en 1908. Junto con su amiga Nesta Maude Ashworth se presentó en el Rally de Scouts del Crystal Palace en 1909 y terminó forzando a Baden-Powell a aceptar la fundación de las Muchachas Guías. Fue de las primeras jefes scout de Gran Bretaña, abriendo camino a la entrada de mujeres en el escultismo. En 1911 obtuvo uno de los primeros Premios «Pez de Plata» de las chicas Guías.
En guerra
En la Primera Guerra Mundial, Lintorn-Orman sirvió como miembro del Cuerpo de Emergencia de Mujeres y del Cuerpo Hospitalario Femenino de Escocia. Fue admitida como chófer de ambulancia en el frente de los Balcanes durante la Primera Guerra Mundial,donde no le hizo ascos a pegar tiros y recoger heridos bajo fuego enemigo. Fue condecorada por su valor en el Gran Incendio de Salónica de 1917, pero contrajo la malaria. En 1918 se convirtió en directora de la Escuela de Automovilismo de la Cruz Roja Británica para formar a conductores en el campo de batalla. En estos años asentó su nacionalismo británico convertida en monárquica e imperialista, aficionada a los uniformes y a las armas de fuego.
Sus viajes por Europa tras el conflicto le llevaron a tratar con rusos blancos que habían huido de la tiranía bolchevique, lo que la convirtió en anticomunista. Luego, en 1922, supo de la Marcha sobre Roma y el ascenso de los camisas negras de Benito Mussolini.
Primer partido fundado por una mujer
La heroína de guerra fue la primera mujer en fundar y liderar una agrupación política en el Reino Unido en unos tiempos en que los varones dominaban la política. Creó en Londres, en 1923, el primer grupo fascista británico, los British Fascisti (BF). Para reclutar afiliados puso un anuncio en la revista The Patriot (1922-1950) buscando adherentes, como antídoto a la expansión del Partido Laborista, al que Lintorn-Orman criticaba por promover la lucha de clases y el internacionalismo. Su madre donó la cantidad de 50.000 libras esterlinas para publicar propaganda y pagar el alquiler del local del Partido ubicada en el 22 de Stanhope Gardens, en el londinense distrito real de Kensington y Chelsea.
Fascinada por el fascismo, Rotha escribe invitando a unirse al movimiento a su amante, Mary Sophia Allen, quien tras la muerte de Rotha y de su encuentro personal con Adolf Hitler y Benito Mussolini, se convirtió en nacionalsocialista, seguidora de Oswald Mosley y su British Union of Fascists, sin dejar de ser una ferviente sufragista en defensa del derecho de la mujer al voto y de los derechos de los animales. Mosley estaba amancebado con otra defensora de las mujeres, Diana Mitford.
El fascismo británico
Desde el comienzo el BF fue un partido mayoritariamente de mujeres solteras, entre ellas muchas aristócratas. Los comunistas y socialistas, que entonces no estaban al tanto de lo políticamente correcto, acusaron al BF de ser un «nido de lesbianas». El Partido copió en su estructura al Gran Consejo de Mussolini, vestían uniformes y la disciplina era paramilitar. Varios miembros notables del BF fueron: el locutor William Joyce, el veterinario Arnold S. Leese, Florence Waters, la Condesa de Eglinton y Ayrshire, la Marquesa de Ailesbury, etc. El órgano de expresión Fascisti británica titulaba en 1923: «¡La primera victoria feminista en la historia de Occidente fue una victoria fascista!».
Lintorn-Orman fundó hogares para los niños huérfanos de guerra, también promovió rifas y bailes para recaudar fondos para los rusos blancos que luchaban contra el comunismo.
A pesar de ello y de los saludos fascistas, el BF estaba más cerca del conservadurismo más radical que del fascismo. Financiado por su madre Blanch, el partido de Lintorn-Orman aceptaba el marco legal y tenía vínculos con el ala más radical del Partido Conservador. Lintorn-Orman era una defensora del Imperio británico, radicalizada por un enérgico anticomunismo y por su admiración por Benito Mussolini, cuyo estilo político se basaba en la acción.
El declive
El BF sufrió varios cismas. Los moderados, liderados por el veterano de guerra Robert Byron Drury Blakeney, editor de su revista The Fascist Week, fundaron Los Leales y se integraron en la Organización para el Mantenimiento de los Suministros durante la huelga general de Reino Unido; mientras los radicales formaron el National Fascisti. Otros muchos acabaron en la Liga Fascista Imperial, creada por Arnold Spencer Leese, y la Unión Británica de Fascistas (BUF) cuando estos grupos surgieron. Lintorn-Orman no quería tener nada que ver con la BUF, ya que consideraba que su líder, Oswald Mosley, era cripto-comunista al haber sido diputado laborista y predicar un socialismo nacional. Por su lado, la Liga Fascista Imperial acusaba a Rotha de admitir a exsocialistas y judíos. El BF perdió muchos afiliados en favor de la BUF después de que Neil Francis Hawkins se marchara con Mosley en 1932 tras rechazarse, por un solo voto, una posible fusión. Muchos le siguieron en desacuerdo con el liderazgo de Rotha.
Comenzaron a acusar a Lintorn-Orman de abusar del alcohol y las drogas y de realizar orgías. Su madre dejó de financiarla. Rotha enfermó en 1933 y el control del BF pasó a Dorothy Grace Waring, hija de un comandante de la Policía Especial del Ulster, que trató de insuflar nueva vida al grupo buscando alianzas con los lealistas de Irlanda del Norte, partidarios del mantenimiento de la isla dentro del Reino Unido. Waring acabó en el grupo The Link, de carácter pro-alemán.
Lintorn-Orman falleció el 10 de marzo de 1935, en Santa Brígida, Las Palmas en las Islas Canarias, al parecer a causa de una sobredosis de barbitúricos. Para entonces, su organización se había esfumado. Su cuerpo fue enterrado en el Cementerio Inglés de Las Palmas.
El caso de Rotha Lintorn-Orman no fue el único. Una de las sufragistas más populares, Flora Dummond, conocida como ‘The General’ por abrir las marchas en pro de los derechos femeninos uniformada y montada a caballo. Su compañera, Nora Elam, nacida Doherty, pasó del laborismo al fascismo. La encarcelaron tres veces por su activismo en el movimiento feminista. Fue colaboradora habitual de la prensa fascista y en 1937 se presentó como candidata por la BUF de Mosley en el distrito electoral de Northampton. En 1940, Norah Elam, Diana Mosley y otras mujeres fascistas fueron recluidas en la dura prisión del castillo de Holloway, por orden del premier Churchill, al que odiaban, (algo que era mutuo). También está el caso de Mary Allen, sufragista y defensora de los animales, lesbiana y fascista. Pero esa es otra historia que ya contaremos.