El Pentágono contra la Guardia Revolucionaria

Gustavo Morales

Desde el inicio de la guerra saudí contra Yemen, en marzo de 2014, algunos iraníes han proporcionado armas y entrenamiento a los hutíes del movimiento chií Ansarolá. Entre ellos destacan varios comandantes de la fuerza Al Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán.
Washington intentó asesinar en Yemen a Abdul Reza Shahlai, también conocido como Hajji Yusef, comandante del Sepah Pasdaran (Guardianes de la Revolución Islámica), la misma noche en que mató al general Soleimani en Bagdad. El bombardeo fracasó. Asesinaron en su lugar a Mohammad Mirza, miembro de la Guardia Revolucionaria.

Al Jubeir

Estados Unidos ha puesto precio a la cabeza de Shahlai, ofrecen por él 15 millones de dólares. Le acusan del intento de asesinato del embajador saudí en los Estados Unidos, Adel al-Jubeir, en un restaurante en Washington. Al Jubeir se licenció en Relaciones Internacionales en Texas y Georgetown; posteriormente ocupó el cargo de ministro de Exteriores del Reino Saudí.

Dos especialistas de la Fundación Rand, ligada al Pentágono, Alireza Nader, y Rasool Nafisi expresaron su escepticismo por esta acusación. La muerte de Al Jubeir hubiera fortalecido entonces al clan saudí de los Sudairi, encarnizados enemigos de Teherán.

También la inteligencia estadounidense acusa a Shahlai de los ataques realizados por insurgentes, en 2007, en la ciudad iraquí de Kerbala, al sur de Bagdad. En dichos enfrentamientos cayeron cinco soldados de EE UU.

Los voceros de Estados Unidos reconocieron que tanto el general iraní Qassem Soleimani como Shahlai estaban en las listas de objetivos a exterminar aprobadas, lo que indica un esfuerzo deliberado de los Estados Unidos contra la cabeza de los Guardianes de la Revolución iraníes.

Estos asesinatos de EE UU buscan detener la creciente hegemonía chií en la región, desde Afganistán hasta la Puerta de los Suspiros (Bab el-Mandeb), que controla la entrada al Mar Rojo y al canal de Suez, por donde transitan 2,6 millones de barriles de petróleo diarios y casi el diez por ciento de las mercancías del comercio mundial.

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